Brillando como agua en sus rizos que entre los palacios insta a los turistas y las góndolas llevando la sonrisa, ostentando el pasado de los poderosos. Bajo los pórticos como sus olas, ventanas en grumos o bocetos quizá grises, nos fijamos en la melena del león de que la puesta de sol, sobre el muelle. Ahora esperamos las linternas dim brillar con nuestros cuatro ojos, mirando la inmensidad romántica del mar en la ciudad de colores. Umberto F. M. Cefalà - dedicata a Irene -
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